El shuttle, NasaTV y las ilusiones de un niño mayor.

En el año 1981 un chaval de poco más de doce años, en el patio del colegio situado en la pequeña capital de la provincia fronteriza del país “republica bananera” prototípico, apretaba con fuerza un pequeño receptor de radio mientras escuchaba embobado la puesta atrás y la estruendosa explosión del primer lanzamiento de un nuevo tipo de nave espacial del tipo transbordador espacial, llamada Columbia.

Más de 10 años hacia el futuro, en un Internet en pañales, este mismo chaval – pero ya rozando los treinta años - se dejaba los ojos en su monitor de 15” intentando ver el lanzamiento del Discovery a través de las webcam de la época, que refrescaban las imágenes cada minuto. Y si se sufría alguna desconexión había que darlo por perdido ya que el ancho de banda del servidor de la NASA era diminuto, se saturaba y no admitía más conexiones. Pero, al final la mente hacía su juego y de las, antes inaccesibles, imágenes componías el grandioso momento del “lit off” (decían los guiris).

Han vuelto ha pasar más de 10 años. Estamos en la segunda década del siglo XXI. No hay coches voladores. No vamos vestido del color del aluminio. No hay paz mundial.

Y el mismo chaval, ahora pasado los cuarenta, se sigue sentando delante de su ordenador portátil, conectado a un Internet de 20Mb/seg – mentira cochina – vía Wifi. Y accediendo a la página de la NASATV para ver el despegue en directo del Endeavour.

Muchas cosas han cambiado. No hay problemas de conexión. Se ve a más de 15 o 20 frames/seg. El sonido es en directo. Recibo por el twitter mensajes de la tripulación, de los seguidores, de la agencia. Tengo Wikipedia para cualquier duda, y toneladas de vídeos de Youtube sobre todos los aspectos de un vuelo del transbordador.

Pero algunas no lo han echo o lo han sido para mal .Es la primera de las últimas cinco misiones de los Shuttles. Se acaba el espectáculo y la preeminencia de los USA en los lanzadores espaciales.  La NASA es una sombra de lo que fue y de lo que debiera ser. En vez de tantísimo dinero para salvar el sistema financiero (y su inmorales retribuciones) y las guerras absurdas he inhumanas, con una pizca de ello estaríamos en la luna haciendo que la vida en la tierra fuera mejor.

Y un curioso detalle marca en toda su rotundidad las limitaciones de la agencia espacial: la calidad y resolución de las retransmisiones se ha quedado atrás tecnológicamente. Mientras youtube o vimeo ya nos ofrecen la posibilidad de ver vídeos incluso a 1080p, la NASATV se sigue arrastrando a poco más de 240 líneas. Lo cual significa tremendas limitaciones tanto en el ancho de banda como en el número de accesos disponibles, obviamente presupuestarias.

Y, como decía el cerdito, esto es todo amigos.

P.D. Algo que no ha cambiado, son los retrasos en los lanzamientos. La búsqueda de la seguridad total ha llevado a la muerte del programa espacial.